El GESTOR no fija normas de convivencia y no obliga al cumplimiento de eventuales normas interna al piso (como turnos de limpieza, etc.) dejando al sentido común, madurez, educación y buena fe de los inquilinos regular la convivencia y las normas de convivencia internas a la vivienda.

Cada inquilino se compromete a hacer todo lo que pueda para solucionar eventuales problemas de convivencia con los otros arrendatarios. El GESTOR podrá intervenir y penalizar a un inquilino siempre que se incumpla lo pactado en este contrato