Toledo, ciudad denominada como
“La ciudad imperial” por haber sido una de las sedes principales de
Carlos primero, también es famosa por haber estado poblada durante muchos años, incluso siglos, por culturas tan distintas como la
musulmana, la judía y la cristiana, situación que le otorgó el nombre popular de
“Ciudad de las tres culturas”. Todo esto hace que Toledo sea una ciudad a visitar por su peso
histórico, arquitectónico y cultura gastronómica excepcional.
Rodeada por el
río Tajo y situada encima de un promontorio rocoso se encuentra
Toledo, ciudad declarada como
Patrimonio de la Humanidad por la
UNESCO en
el año 1986. Gracias a la coexistencia de la cultura
musulmana, hebrea y cristiana, Toledo se ha convertido en todo
un museo al aire libre pues sus edificios destilan historia por todas sus esquinas, además estamos ante una conservación excepcional del patrimonio arquitectónico por lo que se puede apreciar realmente bien todos los detalles.
Uno de los patrimonios inmateriales más importantes que tiene esta ciudad, es sin lugar a dudas su
gastronomía, en la cual las
carnes de caza tienen una presencia importante. Entre los platos más típicos de esta zona podemos mencionar
la caramusa, plato compuesto por carne guisada con tomate y salsa un poco picante, el conejo escabechado y la sopa de ajo. Referente al dulce, el
mazapán de Toledo es uno de los postres estrella de esta ciudad, en cualquier caso es importante tener presente que estamos ante una zona de
producción de vino, por lo que debe probarse él vino autóctono sin excepción.
Los lugares más emblemáticos de esta ciudad son
sus mezquitas, sinagogas, palacios y casas señoriales, así como el caso antiguo. No obstante los más representativos son
la Puerta de Bisagra, la Iglesia de Santo Tomé, la Plaza Zocover, el Alcázar, el Monasterio de San Juan de los Reyes y el Hospital de Santa Cruz entre otros muchos más, pues toda la ciudad en sí es digna de ser admirada como si cada calle o edificio fuera una obra de arte.